Helado de fresa casero

1.  Lava las fresas, quita los tallos y córtalas en trozos. 2. Coloca las fresas sin amontonarlas en una bolsa de congelación y mételas en el congelador un par de horas. 3. Coloca las fresas en el vaso de la batidora, añade poco a poco la leche (también sacarina líquida si te gusta más dulce) y tritura hasta conseguir una consistencia cremosa. (Si lo quieres más cremoso, añade más leche). Procura triturar muy bien para que no queden tropezones. --- Nota: Lo suyo es comerlo al hacerlo por la consistencia cremosa que se queda. Si te sobra y decides comerlo en otro momento, debes sacarlo 10-15 minutos antes de comerlo.