Pollo troceado con pimientos y cebolla al horno

Ponemos el horno a precalentar 190°C y vamos cortando las verduras según nos gusten, más finas o más gruesas.

En una sartén añadimos aceite y doramos el pollo por la parte de la piel, para que después nos quede bien crujiente. Con 2-3 minutos es más que de sobras.

Apartamos el pollo y utilizamos el aceite de la sartén para echarlo en la bandeja del horno (el aceite yo lo uso para que no se pegue y de el sabor justo, así que no utilizo mucho). Colocamos en la bandeja los pimientos para formar una capita y encima de estos nuestros trozos de pollo. Con un spray, le damos un brillo de aceite y sazonamos con pimienta y sal. Y de manera opcional, si os gusta el picante, unas cayenas. (En la foto que os subo, se ve un líquido rojizo, es por que le eché un culín de vino que me sobró de un guiso anterior)

Al horno 20 minutos. Y cuando hayan pasado, lo sacamos para añadir la cebolla y el ajo. Volvemos a rociar un poco de aceite para conseguir una piel bien crujiente y que los pimientos y la cebolla se hidraten. A mí me encanta el ajo en polvo, así que lo espolvoreo en este momento junto con un poco de cebolla granulada. Este sazón es para el pollo y esa costrita tan rica que nos va a quedar. Los pimientos realmente ya llevan cebolla y ajo natural.

20 minutos más al horno, et voilà! Alternativa: yo hoy lo he comido directamente así, pero si ponéis los últimos 5 minutos un trozo de pan a tostar y cortáis las verduras finitas, os queda una tosta de pollo con pimientos, que solo te va a pedir que la corones con una lonchita de queso. Espectacular!