Lasaña proteica con bechamel casera

Primero, cortaremos en trocitos muy pequeños la cebolla y los ajos. Los ponemos a fuego bajo-medio en una sartén y lo tapamos, para que se vaya haciendo poco a poco. Añadimos un poquito de sal. Yo le echo un poquito de agua, cubriendo la base, para no abusar de AOVE y evitar que se queme mientras hago los demás pasos.

Ahora hacemos la bechamel. Para ello, mezclaremos en una sartén la leche, queso philadelphia y harina, con un par de gotitas de AOVE para que no se pegue. Agregamos la sal y, opcional, una pizca de canela. Lo suyo es ir mezclando los ingredientes hasta que se quede una masa homogénea. Podemos agregar más leche o más harina según queramos una bechamel más líquida o menos. Una vez conseguida, reservamos.

Iremos observando la cebolla y el ajo. Cuando esté un poquito transparente, agregamos encima la merluza cortada en cuadrados y tapamos. Es importante no tener el fuego muy alto y que vayamos echando un poquito de agua para que el fondo de la sartén esté cubierta.

Ahora trabajaremos con las berenjenas; las lavamos, las cortamos en rodajas y reservamos. A continuación, elegiremos un recipiente apto para horno para empezar a montar la lasaña. Echaremos un poquito de AOVE y agua para cubrir la base del recipiente y evitar que se pegue. Hacemos una primera capa con berenjenas.

Una vez terminado este paso, probablemente la cebolla y ajos estén hechos junto con la merluza. Con esto listo, cubrimos la primera capa, la cual taparemos con más berenjenas. Una opción es añadirle queso antes de cerrar con más berenjenas. Podemos hacer las capas que queramos.

Una vez esté formada ya nuestra lasaña, vertemos la bechamel por encima, repartiéndola uniformemente. La ponemos al horno unos 20 minutos a 160 grados.

Unos minutos antes de sacar la lasaña, le añadimos el queso para que se derrita sin que se nos queme (yo le he añadido queso en polvo Grana Padano). Además, podemos utilizar también orégano y un poquito de pimienta.

¡A servir, y a disfrutar!