Leche de avellanas casera

Enjuagar las avellanas y ponerlas a remojo mínimo 6 horas antes de preparar la bebida. Las echamos en un cuenco y las cubrimos con agua. Así conseguimos que absorban el agua y empiecen el proceso de fermentación, para potenciar todas las vitaminas y nutrientes que contienen.

Pasado el tiempo de remojo, desechamos el agua y las volvemos a enjuagar para eliminar cualquier impureza que haya podido quedar.

Echamos la mitad del agua y trituramos. Cuando ya tengamos una pasta espesa vertemos el resto del agua y seguimos triturando unos minutos. En este momento podemos echarle un poco de canela para endulzar, un poco de pasta de dátil, cacao puro, miel... si os gusta la bebida más dulce. Yo personalmente no le eche nada porque me gusta el sabor natural de la avellana.

Con un paño de gasa o una media fina, filtramos la pasta y escurrimos bien para sacar toda la “leche”. Yo en mi caso la filtré dos veces para que no quedasen muchos grumitos. La dejamos en la nevera y a disfrutar. Antes de tomarla es conveniente agitarla. Nos durará aproximadamente 3-4 días en la nevera.

IMPORTANTE!!! No tiréis las migas de avellanas que filtráis. Se pueden meter al horno a baja temperatura y secar y podemos usarla como harina de avellanas!! O para un crumble , postres, etc !