Croquetas veganas de champiñones y espinacas

En una sartén con una cucharadita de aceite, pochamos los ajos, la cebolla, los champiñones muy bien teoceaditos y las espinacas. Añadimos también una cucharadita de sal.

Cuando tengamos todo pochadito añadimos la harina y rehogamos unos minutos para que se tueste y tenga mejor sabor.

Vamos añadiendo poco a poco la leche sin dejar de remover y cuando acabemos seguimos removiendo durante unos 20 minutos más, hasta que notemos que la bechamel se despega con facilidad de la sartén. En este punto añadimos otra cucharadita de sal, la nuez moscada y la pimienta.

En un recipiente vertemos la bechamel de manera uniforme y tapamos con un papel film que esté en contacto con la masa (para que no se haga costra). Dejamos reposar una noche entera en el frigorífico.

Al día siguiente, preparamos el rebozado: pan rallado y es sustitutivo del huevo (la harina de garbanzo mezclada con agua y una cucharadita de sal).

Cogemos una cucharada de masa, le.damos forma, pasamos por pan rallado, luego por la mezcla líquida y de nuevo por pan rallado. Haremos esto una y otra vez hasta que terminemos la masa y las dejaremos una hora más en el frigorífico para que se asienten.

Por último solo falta hacerlas. Hay varias opciones: meterlas en el horno, freírlas o ponerlas en el airfryer. Esto ya es a gusto de cada uno jajajajaja pero como yo como croquetas dos veces al año me tomo el lujo de freírlas en aceite de oliva virgen extra.