Salsa de tomate casera saludable definitiva (+conserva)

Se cortan el tomate, la cebolla y el pimiento y se rehogan con la cucharada de aceite en una cazuela durante unos 10-15 minutos. Cuando todo esté blando y la cebolla tenga algo de color, se bate en la propia cazuela.

Añadimos las hierbas y especias al gusto, volvemos a batir, probamos y rectificamos si es necesario.

Mientras lo cocinábamos, teníamos que haber puesto a hervir botes de cristal y su tapa metálica (destapados) para esterilizarlos. Es importante que ni el bote ni la tapa tengan marcas o golpes. Los hervimos durante unos 20 minutos, bien cubiertos de agua, y los sacamos con cuidado a secar sobre un paño.

Cuando esté la salsa, se mete inmediatamente y todavía caliente en los botes (casi llenos, pero dejando unos milímetros o medio centímetro por lo menos). Se cierran muy fuerte y se meten en la olla con agua que los cubra. Los hervimos durante 30 minutos.

Se sacan del agua con cuidado, se vuelve a apretar la tapa y se dejan enfriar lentamente boca abajo sobre un paño. Se les coloca otro paño encima para que pierda el calor lentamente. Cuando estén fríos, se vuelve a apretar la tapa por si acaso y ya se pueden almacenar durante meses en un lugar fresco, seco y protegido de la luz del sol. Cuando se abra uno, se debe oír un "plop" y, una vez abierto, no se debe conservar más de unos días, siempre refirgerado en la nevera.