Pizza con base de garbanzos cocidos

Batimos los garbanzos con los huevos. Luego añadimos AOVE y removemos con una cuchara hasta que quede bien integradlo. Añadimos sal al gusto. Extendemos en la bandeja de horno con papel de hornear y lo metemos unos minutos a maxima potencia (el tiempo exacto dependerá de cada horno y de cómo os guste la “masa”. Si lo dejáis mucho tiempo se quedará seca). Normalmente si veis que no está húmeda se puede sacar para que termine de hacerse cuando le echéis los ingredientes.

Mientras preparamos el resto de ingredientes que vayamos a echarle. Yo le eché: tomate en rodajas, pimiento tricolor, pollo, queso, champiñones.

Cuando veamos que la masa está doradita o que no esté húmeda, la sacamos del horno y la dejamos enfriar un par de minutos. Yo le eche el orégano por encima y luego añadí todos los ingredientes (menos el queso) y volví a echarle un poco más.

Metemos otros minutos al horno y dejamos que se hagan los ingredientes.

Cuando veamos que ya están hechos o al gusto de cada uno, apagamos el horno y le ponemos el queso por encima, dejamos un par de minutos más con el calor del horno para que se derrita el queso... ¡y listo!

Como os había dicho, tenéis que ir controlando que no esté demasiado tiempo en total, si no se os secará mucho.