Sopa de verduras y pollo

Colocamos una olla semi llena de agua potable en el fuego e introducimos en ella los ingredientes (tomate, cebolla, apio, puerro, zanahoria, perejil y cuarto trasero de pollo) cortados en trozos grandes. Añadimos sal, pimentón y otros condimentos al gusto. Dejamos que cocine a fuego medio-alto con la tapa puesta.

Una vez transcurridas unas dos horas (si lo dejáis más tiempo, mejor), el caldo habrá absorbido el sabor de los alimentos y estos habrán quedado blanditos, prácticamente deshechos. Es momento de sacar el pollo y, opcionalmente, el apio y el puerro (pueden amargar) para proceder a triturar el resto de ingredientes en el mismo caldo.

Cuando contemos con una mezcla homogénea y líquida será hora de corregir el punto de sal y añadir otros condimentos que le puedan ir bien al plato. Integramos todo muy bien.

Es momento de quitar la piel al pollo y desmenuzar su carne en trocitos pequeños para añadirlos a la sopa. Yo también suelo añadir un huevo cocido, que queda genial junto al pollo y aporta textura.

Veréis qué sopa tan sabrosa queda, elaborada solo con alimentos reales y naturales, y cargada de vitaminas y nutrientes.