Mochis de pistacho con té matcha

Empezamos pelando los pistachos y los metemos en un recipiente para triturar y los picamos.

Añadimos añadimos a los pistachos 40g de pasta de dátil y el queso crema. Lo batimos todo junto. Opcional: esta mezcla le puedes añadir media cucharadita de té matcha para que quede más verde.

Batimos la nata hasta que quede a punto de nieve y la mezclamos suavemente con la crema de pistacho con una espátula. Es importante que la nata esté fría para que se monte bien. Metemos la mezcla en el congelador mientras hacemos la masa.

Mezclamos la leche con 20g de pasta de dátil y una pizca de sal. Removemos y lo calentamos un minuto en el microondas.

En un recipiente apto para microondas mezclamos la harina de arroz glutinoso con una cucharadita de té matcha (si te gusta el sabor intenso añádele más) e incorporamos la leche y lo batimos. La mezcla tiene que ser cremosa. Si no tenéis recipiente para microondas, también se puede hacer en un bol tapado con film transparente. Lo metemos un minuto a máxima potencia al micro, lo sacamos, removemos con una espátula dura y lo volvemos a meter otro minuto. Lo volvemos a remover. El punto es hasta que quede una masa como un slime y muuuuy pegajosa.

Echamos una cucharadita de aceite de coco (o de sabor neutro) sobre la mesa y terminamos de amasar haste que sea moldeable. Esparcimos maicena sobre la mesa y hacemos un rulo.

Yo lo he dividido en 10 partes. Recomiendo taparlas con film mientras hacemos las demás obleas para que no se sequen. Importante untarse las manos de maicena porque es muy pegajosa.

Ponemos maicena sobre la mesa y hacemos una oblea con cada parte. Nos podemos ayudar con un rodillo. No debe ser muy fina para que no se salga el relleno. Untamos un recipiente pequeño y redondo con un poco de maicena y amoldamos la oblea.

Sacamos la mezcla de pistacho del congelador y con una cuchara o una manga pastelera rellenamos la oblea. La cerramos y pellizcamos bien para sellarla. Le damos un poco de forma con las manos.

Las vamos guardando en un tupper con papel vegetal en la base y los metemos en el congelador al menos una hora. Recomiendo que se descongelen un poco antes de comer.